
“Buthrotum, a peninsula near Corcyra. It is a city, too. Some say it was named after its founder; others recount the legend that its name was given to it by Helenus who, in route from Troy to the West, decided to put ashore on the coast of Epirus to sacrifice a bull. The bull designated to be sacrified escaped the knife, as they were about to slaughter it, and swan across the sea. It arrived in a bay, and went ashore in an uninhabited land (it had a wound on its hide), where it fell and died. Then Helenus took this as an auspicious sign and named the area, where the bull had died Buthrotum, as Teucer from Cyzicus says”. Sthephen Byzantin, on cities and peoples.
Según cuenta
Virgilio en la Eneida, Dionisos de Halicarnaso y Stephen Byzantin, Butrinti fue fundada
por Heleno que huía de la guerra de Troya que durante su travesía en
barco hasta Italia sacrificó un toro que no llegó a morir, escapó del
cuchillo y nadó hasta la orilla de Butrinti. Heleno lo interpretó como
un buen augurio por lo que llamó a este lugar Buthrotum (toro herido).
Como Heleno, al pisar tierra albanesa, he sentido un buen presagio. Un viaje
nada fácil con dos niñas pequeñas pero fructífero e inolvidable como
siempre. La forma de vida de su gente tan sencilla y lógica, lejos de la
agonía y la ansiedad consumista te recarga las pilas mentales.
No es la primera vez que visito Albania o Butrinti, pero nuevamente he
quedado impresionada por los paisajes de una belleza mitológica y una
cultura que no deja incólume a un foráneo. La gente sencilla y alegre
viviendo sobre un paisaje histórico y magnífico…
Pasear por el
parque arqueológico es sumergirte en un libro de Historia y de
historias. Restos griegos, romanos, bizantinos, venecianos… Lo más
impresionante el Teatro griego con su scaenae romana, el Baptisterio
bizantino con su gran mosaico y la Basílica. En el Baptisterio y la
Basilica se puede sentir una energía especial. El lugar rodeado de una
vegetación frondosa, el silencio y la luz del atardecer hacen que tu
imaginación vuele a través del tiempo y del espacio. Butrinti es un
lugar muy especial, y estoy segura de que volveré.
Saranda, una
ciudad pequeña y espectacular levantada al borde del mar, playas aún más
espectaculares en Ksamil, y Gjirokastra… la familia, las montañas, el
canto de los enormes grillos por las noches… la tranquilidad de un
inmenso cielo estrellado…